lunes, 8 de octubre de 2012

Fragmento de nuevo artículo


Presento fragmento (parte II) de un artículo inédito sobre una indagación que realizo para lograr acercarnos a la línea discursiva por la que se llega a configurar la identidad criolla-mestiza letrada que representa la base ideológica de la identidad peruana de inicios del periodo republicano y que es −en buena parte− la perspectiva fundacional del proyecto nacional de la élite de poder durante la primera etapa decimonónica de la república peruana. El artículo consta de: "I) La Ilustración y el reformismo borbónico en el Perú de inicios del periodo emancipador", "II) El movimiento neoclásico en la literatura peruana" y "III) Desde el Mercurio peruano hasta Ña Catita: los albores del Perú republicano y el tránsito neoclasicismo-romanticismo".

Entre los límites de dos estéticas y el tránsito hacia una 
nueva era: apuntes sobre LA tensión entre la formación 
de la identidad peruana y el proceso emancipador a 
través de la literatura 

II. EL MOVIMIENTO NEOCLÁSICO EN LA LITERATURA PERUANA.

         Es sabido que la configuración de las identidades nacionales hispanoamericanas se afianza desde los albores del proceso emancipador hasta la culminación del mismo y que el periodo que abarca éste enmarca a su vez el movimiento neoclásico, un arte que busca su ideal estético en la armoniosa conjunción entre la racionalidad y el equilibrio de inspiración clásica, creando una estética didáctica, apegada al sentido racionalista del arte y con una notoria finalidad pedagógica-moralizadora.
          En el medio hispanoamericano se tamizará está perspectiva por medio de la poesía patriótica (Oda la victoria de Junín de Olmedo y Oda a la libertad de Melgar), la fábula política (Fábulas de Melgar); y el libro de viajes con intención crítica (El Lazarillo de los ciegos caminantes de Carrió de la Vandera). El principal propósito de estos textos es criticar soterrada (mediante la aparente prosecución de modelos en boga) o abiertamente (en el caso de los pasquines y la diversa gama de literatura subversiva) el sistema de dominio colonial, socavando su legitimidad en el imaginario del público lector, fortaleciendo a su vez la identidad autónoma de los criollos y mestizos letrados, sobre todo mediante la utilización de diversos niveles de la satirización de instituciones, arquetipos, etc., asociables a la decadencia del sistema colonial.
Es evidente, por lo tanto, que dentro de la cultura criolla de élite, el movimiento neoclásico juega un rol muy importante, al adaptar la nueva actitud criolla –ilustrada, liberal y  nacionalista– a términos estéticos, determinando que el medio de expresión artística denominado “literatura” se articule con el contexto sociocultural.
            Considerando lo anterior y centrándonos al ámbito peruano, debemos tomar en cuenta que el Neoclasicismo es un movimiento clave en la configuración de la literatura peruana, especialmente por haber sido un movimiento cuyo desarrollo abarca1: el periodo de Estabilización colonial (en su última etapa), el periodo de la Crisis del Régimen Colonial (con la producción literaria de varios autores y, sobre todo, la actitud humanista ilustrada del Mercurio Peruano); y la primera etapa de la República (entendiendo al Neoclasicismo como paradigma del Costumbrismo, de actitud didáctico-moralizadora y respetuoso de las reglas clásicas, especialmente en el teatro2).  
            El inicio del periodo republicano, ubicado cronológicamente en la primera parte del siglo diecinueve, es el ámbito en que se establecen los lineamientos ideológico-discursivos que viabilizan los derroteros que seguirá el imaginario sociocultural de la nación peruana. Justamente el siglo XIX se inicia bajo la hegemonía del Neoclasicismo (residual) en tensión con el naciente Romanticismo (emergente). Esta confluencia afecta al primer movimiento literario del periodo republicano: el Costumbrismo, el cual extiende hasta mediados del siglo decimonónico su influencia en la configuración de la identidad literaria peruana. Como nos dice Oviedo: “El neoclásico dieciochesco se contagia con nuevos ideales, que alteran en cierta medida su signo original (…) la intensa preocupación por los fenómenos sociales y la realidad política” (338-339). Esta perspectiva de estudio del desarrollo del neoclasicismo significa a la vez su evolución (si entendemos la literatura peruana como continuidad) y su ocaso (si vemos el fin del movimiento neoclásico ortodoxo).


1   El periodo de Estabilización colonial va de 1580 a 1780; el periodo de la Crisis del régimen colonial, desde 1780 hasta 1825; y el periodo de la República oligárquica desde 1825 hasta 1920 (García-Bedoya, 26-27). 
2   Sólo se debe recordar el respeto a las tres unidades clásicas, presencia del triángulo amoroso, la imposición paterna finalmente superada y el “deus ex machina”, en una obra emblemática como Ña Catita de Segura.



1 comentario:

  1. El artículo promete. Si pudieras publicar el resto, se agradecería.

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